Karen es profesora de sordos, pero sobre todo, en una "madre". Es madre de una hija y dos hijos, uno de los cuales es sordo. El diagnóstico de la sordera de este último lo cambió todo. Al principio, la conmoción y el dolor por el futuro que ella creía que le esperaba. Y el dolor nunca desapareció realmente, sino que permaneció enterrado bajo capas de tiempo y positividad y una determinación de sacar lo mejor de las cosas. El viaje también se caracterizó por el entusiasmo por el desarrollo del lenguaje; en particular, por el lenguaje de signos. La lengua de signos cambió el juego, transformando a su hijo de un niño muy frustrado que tenía varias rabietas al día a uno que podía comunicar sus pensamientos y sentimientos. Karen está muy agradecida al lenguaje de signos.

Se dice que los profesores son escritores frustrados y Karen no es diferente. Comenzó a crear historias con personajes sordos en 2014, en gran parte para su propio entretenimiento y porque escribir es catártico. Para ella es importante que los personajes sordos estén representados de forma positiva y que sus historias lleven un mensaje de afirmación para los niños y sus padres.

En la actualidad, Karen trabaja como profesora de sordos en la escuela primaria Laycock, un increíble centro para niños sordos en Londres. Le apasiona la adquisición del lenguaje y el desarrollo de la capacidad de escucha. Le encanta utilizar la música con los niños sordos y tiene un catálogo de canciones inventadas para cada ocasión.

Karen vive en el corazón de la campiña de Berkshire con su marido, su hijo y sus dos labradores de color chocolate.

Actualmente, Karen sigue trabajando en nuevos y emocionantes títulos. ¡No te los pierdas!